Uruguay. Jorge Pignataro Calero: una vida dedicada al teatro
Jorge Pignataro Calero (Montevideo, 30 de enero de 1927-31 de diciembre de 2011) nació en una casa de inquilinato de la calle Durazno, esquina Río Branco.
Hijo de un pequeño comerciante arruinado por la crisis del año 27 y luego watchman del puerto y una modista profesional. Sus conocimientos del italiano, idioma que se apoderaba de él durante su última enfermedad, y su pasión por Italia, país que nunca llegó a conocer, desdibujan su pertenencia, por su abuelo paterno, a Galicia: sus rasgos fisonómicos, bajo, macizo, rubicundo, mostraban mucho más el perfil celta que el itálico del Sur.
Sus tres tíos maternos estuvieron vinculados al teatro, como maquinistas, jefes de escenarios, peluqueros; pero el más vigoroso vínculo con el teatro fue su madre, Paulina, que hacía los vestidos que usó en el teatro nacional la actriz Carmen Casnell. Ello le permitió a Jorge acceder desde temprano a los espectáculos teatrales, naturalmente que desde la cazuela y galería alta, conocida como “el gallinero”. En memoria de todos estos antecedentes, siempre firmó sus artículos y libros con los dos apellidos, el paterno y el materno.
Buen alumno, estudió Derecho, carrera que abandonó, ganó por concurso su empleo del Banco Comercial que fue su medio de vida. Fue dirigente de AEBU, cuya biblioteca fundó; su actividad gremial le costó una permanente postergación en los ascensos. En 1956 comenzó a hacer crítica de cine en “La Mañana”, pasó luego a “Época”, “Hechos” y “El Diario”; debutó en la crítica de teatro en junio de 1963 cuando, por enfermedad del crítico titular del diario debió comentar “Il giuoco degli eroi” por Vittorio Gassman. El mismo año se casó con Fátima Otman, con quien tuvo tres hijos; hace unos diez años se casó en segundas nupcias con María Rosa Carbajal.
Gran conocedor del teatro independiente, ganó un concurso que organizó la FUTI en 1968 sobre el tema “El teatro independiente uruguayo”, libro que se editó el mismo año. Sin perjuicio de su actividad como crítico, que se extendió durante varias décadas, este éxito lo orientó a las tareas de investigación, siendo autor de múltiples artículos para revistas y de valiosos libros de recopilación y registro, como “Actores y Directores” y el “Diccionario biográfico del teatro Uruguayo”, en colaboración con María Rosa Carbajal.
También escribió “Memorias de un crítico teatral” (2006), donde su modestia lo llevó a hablar poco y nada sobre su vida y sí mucho sobre el teatro uruguayo, con la suposición implícita de que importaba más el arte teatral, en cualquiera de sus manifestaciones, que su persona. Era asertivo, a veces polémico, siempre cálido; le brillaban los ojos al hablar. Espontáneo y transparente, exhibía una vivacidad sanguínea y una animación que conservó hasta el fin.
• Jorge Arias | La República | 2012-01-16
Fuente
http://www.celcit.org.ar/noticias_5803_jorge.pignataro.calero:.una.vida.dedicada.al.teatro.html
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