jueves, 27 de enero de 2011

FALLECE ACTOR Y COMEDIANTE CHAPIN BORIS CASTILLO




El comediante que faltó a su última función

por
Aarón Marroquín amarroquin@elperiodico.com.gt


La trágica partida de Boris Castillo puso fin a 17 años contagiando sonrisas sobre las tablas y se interrumpieron los inicios de una carrera en la dirección cinematográfica. En sus últimas horas salvó dos vidas.

El espectáculo debe continuar y concluye una semana triste para el elenco de Talento Artístico Chapín (Tach). Sin la catarsis de Boris Eduardo Castillo Rodríguez, el repaso de las escenas de comedia no tuvieron tanta gracia, más bien provocaron recuerdos de la infancia. “Cuando se interrumpía la luz, Boris corría a su casa para traer una sábana, me subía en sus hombros y asustábamos a los vecinos”, recordó el actor Byron Cazali.


Fue en 1993, cuando el Teatro Abril formó al comediante en clásicos infantiles como Peter Pan, La Bella y la Bestia, Marcelino Pan y Vino, y Pocahontas. Nueve años después formó junto a Othmar Sánchez el colectivo Teatro Papel y Comedia con Blanca Reyes y los Siete Fugados, el cual se transformó en 2003 en Tach. “Empezamos con Pavón Vip, él hacia el papel de Querubín que lo consagró porque el público se enamoró de su carisma”, recuerda Sánchez mientras echa un vistazo hacia el escenario vacío, testigo del fin a 17 años de teatro con Boris.


De las producciones compartidas en Tach destacan: Dos Mojados y un Sequito, La Guerra de la Guayaba 1 y Mi novio es rico pero parece mico, todas en Café-teatro. Para temporadas estudiantiles adaptaron los clásicos a Romeo y Julieta a la Chapina, Un Quijote Muy Chapín, El Fausto Cómico y Soluna, de Miguel Ángel Asturias. El director de esa agrupación aseguró que no se montarán de nuevo estas obras en escena en memoria de su partida.


“Hay actores que únicamente al pisar el escenario el público cae sublevado ante ellos, pero cuando conocen al actor fuera del teatro hasta sus admiradores más ardientes se desilusionan”, sentencia el pionero de la técnica teatral, Constantin Stanislavsky. En el caso de Boris la desilusión la llevaban sus colegas, “su simpatía robaba la atención de la gente que se acercaba a saludarlo, incluso cuando estaba acompañado de compañeros con más trayectoria”, reconoció Cazali. Boris no era tan agradable si le movían la utilería o la escenografía.


En reconocimiento a la dosis de carcajadas que provocó entre su público, fue llamado en 2004 a participar en la película La Misteriosa Herencia, él personificaba a un muerto que comía gusanos. “Guatemala pierde a un artista versátil, que aparte de muy talentoso era un tipazo”, comentó Sammy Morales, del programa Moralejas, donde dicho sea de paso le rendirán un homenaje.


Boris participó en producciones como Detectives por Error, Un presidente de Asómbrelo, Ve que Vivos, Manzana Güena en Noche Güena y Repechaje. En su despedida en la pantalla grande interpretó a un docente universitario que se enlista en las filas guerrilleras en el drama Gerardi.


Antes de estimular risas sin usar nariz roja, a sus 13 años creó junto a unos vecinos el grupo musical Visión Utópica, cantando y tocando la batería o la guitarra con repertorios desde el heavy metal hasta la última balada pop. Ganaron un concurso de la radio Metrostereo, dejando los premios de consolación a bandas ahora consagradas como Legión. El grupo se cambió de nombre en 1996 a Fusión, telonero de Bohemia Suburbana. Él nunca estudió música.


El actor nació el 14 de noviembre de 1974, hijo de Eli Rodríguez y Carlos Castillo. Su madre hace un repaso por vida de Boris: Queda huérfano de padre a los 6 años; a los 10 casi pierde la vista en el ojo izquierdo; abandonó la carrera de publicidad en la universidad, vivía al día con los diseños publicitarios que vendía, componía música, y las noches y fines de semana las entregó a su pasión: el teatro.


Al final de la tarde del jueves 13, Boris salió de su casa hacia el trabajo, media hora más tarde dos jóvenes mujeres huían en otro auto de un posible robo sobre la Atanasio Tzul. El auto en que viajaban las jóvenes superó la banqueta justo cuando el vehículo de Boris pasaba, así amortiguó la caída de ellas. “Los familiares de la conductora dijeron que eso les había salvado la vida a ambas”, explicó su prometida Karen Sermeño, con quien se casaría en noviembre. A la mañana siguiente del impacto, Boris, de 36 años, murió.


El año pasado creó Los de la Colo Films e incursionó como director de cine con el cortometraje La Bullet de la Paz. “A mí me gusta el arte, saber lo que uno está haciendo, darle forma con las manos… no por la simple gana de hacer las cosas”, reclama el thriller de siete minutos y medio que ganó el Tecolote de Oro, entregado por la Asociación Guatemalteca de Audiovisuales y Cine (Agacine).


fuente:
http://www.elperiodico.com.gt/es/20110123/obituarios/189318/

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